Gracias al extraordinario talento de Miguel Ángel (1475-1564), la Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano se ha convertido en una de las galerías de arte más famosas del mundo occidental.
El espectacular techo de la capilla creado por Miguel Ángel representa escenas del Génesis en dramático y conmovedor detalle, mientras que el Juicio Final en la pared final es gratamente sorprendente. Como si eso fuera poco, las paredes laterales están cubiertas con importantes frescos renacentistas de otros artistas, que representan escenas bíblicas y los papas contemporáneos.
Pero la Capilla Sixtina es más que la suma de sus maravillas artísticas: es una declaración simbólica de la autoridad papal y el lugar en el que las elecciones papales en el cónclave se llevan a cabo en la actualidad.
Qué es lo que NO hay que perderse:
- Los frescos de las paredes: aunque a menudo descuidados por los visitantes cautivados por el techo, son impresionantes por su belleza artística y fascinantes en cuanto a su significado. El ciclo de frescos se compone de escenas del Antiguo Testamento en la pared izquierda que se corresponden con escenas del Nuevo Testamento en la pared derecha.
- Los frescos del techo: el techo de la capilla se divide en nueve secciones en las que se representan nueve historias del Génesis. Las escenas comienzan a partir de la pared del altar y proceden hacia la entrada.
- El Juicio Final: la otra gran obra de Miguel Ángel. Situada en la pared del altar, esta obra se centra en Cristo Juez que obliga a los condenados a ir al infierno con la mano izquierda y envía a los que se han salvado hacia el cielo con la derecha. Alrededor de Cristo encontramos los planetas, el sol y los santos
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