Un destino que combina belleza con historia perfectamente es la Peninsula de Yucatan. Se puede apreciar en sus paisajes todo lo maravilloso que tiene que ver con la cultura maya, y si hay un lugar que une ambos elementos, son los cenotes.
Su nombre proviene de una palabra maya, que significa caverna con agua y describe a la perfección lo que es un cenote. Los cenotes son pozos de agua dulce que se forman por la erosión de la piedra caliza que a la vez forma estanques de aguas cristalinas con colores que van desde los tonos turquesas a los verdes.
Hay diferentes tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. En la Peninsula de Yucatan hay más de 3000 y, entre los más famosos, pueden nombrarse los de Chichen Itza, el de Zaci en Valladolid y el de X’keken.
Aunque en la actualidad los cenotes son atractivos turísticos visitados por gran cantidad de viajeros que se animan a practicar buceo en sus profundidades, para los mayas otro era el sentido de las cavernas. Para ellos, los cenotes de la Peninsula de Yucatan significaban las fuentes de vida que les brindaban el vital elemento, eran sus reservas de agua pero, además, una entrada a las maravillas del otro mundo y el centro de comunión con los dioses.
Los cenotes de la Peninsula de Yucatan eran lugares sagrados, en ellos se realizaban ceremonias, rituales y sacrificios. Por esta razón, aún hoy se encuentran en las profundidades distintos elementos como vasijas, joyas e, incluso, huesos humanos. Por tal motivo, aquellos cenotes que eran utilizados en las práctica rituales no podían, luego, ser empleados para el abastecimiento de agua.
Los cenotes de la La Peninsula de Yucatan un lugar hermoso , mágico y lleno de secretos digno de descubrir.
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