Dentro de nuestra visita a la ciudad de Helsinki, una de las atracciones turísticas que no podiamos perdernos es la Fortaleza Marítima de Suomenlinna, un conjunto de seis islas que se encuentran en la entrada de la bahía de Helsinki y que su conjunto es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La única manera de llegar es vía Ferry, el cual se toma desde el puerto de Helsinki, y por muy pocos euros (creo recordar unos 5 euros ida y vuelta) puedes disfrutar de un trayecto de 20 minutos en Ferry hacia Suomenlinna atravesando la Bahía de Helsinki. Me supongo que en verano con buen tiempo es muy agradable, en invierno tengo que decir que es algo menos agradable si decides disfrutar del trayecto en el exterior (el aire a -10 grados te deja petrificado). Pero a pesar del frío, merece la pena disfrutar un poco del espectáculo visual de ver la Bahía totalmente congelada, y cómo el Ferry va triturando el hielo a su paso, dejando un rastro en el agua como si de un granizado se tratara. Nunca habia visto bloques de hielo tan grandes en mar abierto.
Una vez llegas a Suomenlinna, conviene abrigarse y empezar el paseo por las diferentes islas que componen la Fortaleza. Es un recorrido bien indicado de unos 2 km, y a mitad del recorrido dispones de una Oficina de Turismo dónde puedes recopilar todo tipo de información sobre Suomenlinna, incluso en Español.
No daré demasiados datos históricos, pero si destacaría que Suomenlinna se empezó a construir en 1748 cuando Finlandia pertenecía al Reino de Suecia. En 1808 fué atacado por los rusos y fueron ellos quienes lo custodiaron hasta el 1917, fecha de la Independencia de Finlandia. Eso deja entrever la importancia estratégica del conjunto de Suomenlinna.
En la actualidad viven unas 900 personas en las dependencias que se han heredado de aquellos años. En el paseo se pueden observar las pocas casa que hay, los grandes pavellones (habilitados en viviendas, supongo) y los pequeños búnkers.
Lo que más impresiona es ver la cantidad de cañones que custodian Suomenlinna, todos ellos con vistas a la inmensidad del mar abierto, en ese momento totalmente congelado. Debajo de los mismos, puedes explorar la cantidad de búnkers que en tiempos de guerra servían para resguardarse y hacer guardia. Se puede entrar en muchos de ellos, por lo que si llevais una linterna os hareis una idea más real del espacio dónde convivian los soldados de aquella época. Aquí os dejo un pequeño relato videográfico entrando en uno de los búnkers de Suomenlinna.
Lo que más impresiona es ver la cantidad de cañones que custodian Suomenlinna, todos ellos con vistas a la inmensidad del mar abierto, en ese momento totalmente congelado. Debajo de los mismos, puedes explorar la cantidad de búnkers que en tiempos de guerra servían para resguardarse y hacer guardia. Se puede entrar en muchos de ellos, por lo que si llevais una linterna os hareis una idea más real del espacio dónde convivian los soldados de aquella época. Aquí os dejo un pequeño relato videográfico entrando en uno de los búnkers de Suomenlinna.
Ver vídeo El Búnker de Suomenlinna, en Helsinki
A pesar del frío que sufrimos (el aire del mar te desintegra la piel), merece la pena ver el terreno dónde grandes potencias mundiales luchaban por obtener el mando de tal preciada puerta a la Bahía de Helsinki, con sus cañones, búnkers y condiciones atmosféricas extremas.
Y sin duda, la imagen de la visita para mí es ver un crucero enorme saliendo de la Bahia de Helsinki rompiendo el enorme Mar de hielo.
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